Yaracan

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Yaracan es una organización socialmente responsable que desde 2010 se dedica a trasladar los beneficios que aportan los animales a entornos terapéuticos y educativos. De esta forma, contribuyen a mejorar el funcionamiento cognitivo, físico, social y emocional de las personas beneficiarias.

Desde el momento en que Begoña Morenza, fundadora de Yaracan, descubrió que en otros países existían programas de terapia con animales avalados a nivel científico, pensó que en España había que hacer lo posible por ponerlos en marcha.

Una de las motivaciones de Begoña para emprender este proyecto, fue una experiencia de acoso escolar que vivió en su infancia, nos relata que, en ese momento, los perros “fueron un gran soporte y una ayuda importantísima”. “Entendí que los perros no juzgan, no critican, te quieren tal y como eres… me prometí a mi misma que algún día tenía que dedicarme a trasladar esos beneficios que yo había vivido por mi experiencia a otras personas”, expresa.

El complemento perfecto

Los perros de Yaracan complementan el trabajo de los profesionales de terapia ocupacional y psicología. La psicóloga Helena Fernández nos cuenta que siente mucha emoción al ver cómo aquellas personas que les cuesta comunicarse, cuando ven llegar el perro reaccionan, sonríen y se implican.

Por su parte, Esther Merino, terapeuta ocupacional, señala que los perros son capaces de generar mayor cercanía a nivel afectivo y emocional que las personas, incluso, con menos limitaciones que los mismos terapeutas. Y esto, agrega, sucede gracias al amor y al cariño que son capaces de ofrecer los animales.

Aurora de la Peña, beneficiaria de la terapia asistida con animales, nos asegura que estar en contacto con los perros supone un gran beneficio y nos explica por qué: “Sentir que están con nosotros, que nos dan paz… acariciarlos, sentirlos, besarlos, sentir que hay un afecto y que no estamos solos”.

Cambio de paradigma

Más allá del amor que dan los perros, su cercanía contribuye a cambiar los paradigmas sobre el vínculo entre personas y animales. Al respecto, Miguel Morenza, responsable de programas de intervención en Yaracan, recuerda una anécdota con una anciana que, a los 95 años, se preguntaba por qué antes no había estado más cerca de los animales. “Me parece muy bonito que una persona con 95 años pueda seguir aprendiendo cosas de los animales, sobre todo, poder estar mejor debido al contacto con un perro”, comenta.

Para María Morenza, también responsable de programas de intervención en Yaracan, el impacto que genera la labor de esa organización en la sociedad y en la relación con los animales es muy positivo. Al visibilizar los múltiples beneficios que nos aportan los animales, Yaracan contribuye a crear consciencia en la sociedad sobre la necesidad de crear una mejor relación entre personas y animales. “Una relación positiva, armónica, equilibrada, siempre bajo el respeto y la responsabilidad”, concluye.

El compromiso de Dejemos Huella

En estos 20 años impulsando vínculos entre personas y animales, Dejemos Huella ha colaborado con Yaracan, apoyándoles en el cuidado de los perros, para que puedan continuar ayudando a mejorar la calidad de vida de las personas en entornos terapéuticos y escolares.

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